Las universidades piloto están comprometidas con la certeza de querer formar líderes, “agentes de cambio”, con ética y valores, con mentalidad de emprendimiento empresarial y responsabilidad con sus comunidades. Reconocen la obligación de adquirir conocimientos que deben compartirse y que tenemos que hacer ampliamente disponibles en nuestras comunidades y más allá.
Cada institución tiene una visión de tener un mayor impacto en sus comunidades y formar profesionales de mayor relevancia, y liderar cambios en la sociedad, generando bienestar para sus comunidades y el país. Tienen la expectativa de que sus egresados regresen a sus comunidades para contribuir a su desarrollo.
Nuestras Universidades necesitan transformarse, aunque es difícil.
- El que no prueba no cambia.
- Es imposible obtener resultados diferentes haciendo lo mismo.
- No todo será perfecto. A veces hay que adaptarse o reiniciar, y seguir adelante.
- Debemos salir de nuestra zona de confort para poder impactar fuertemente en cada uno de los elementos o ejes de éxito.
El foco central de la universidad debe ser la formación de futuros profesionales, líderes éticos, agentes de cambio. El estudiante es lo importante y la razón de ser del proceso educativo, por tanto, su formación, crecimiento y maduración debe ser lo que buscamos con la transformación universitaria. Formar los profesionales que necesitamos con las capacidades, habilidades y conocimientos necesarios para satisfacer las necesidades de la sociedad y de los propios egresados.
Los cinco elementos del éxito (aprendizaje experiencial y práctico, participación comunitaria, educación emprendedora, educación basada en valores y resolución de conflictos a través del diálogo) son esenciales para la formación de esos “Agentes de Cambio”. Encontramos que están interrelacionados entre sí y por ello es más eficiente y eficaz tratarlos de manera integral y no individual. Las cuatro universidades están introduciendo cada uno de los elementos del éxito.
Todas las universidades piloto ven en el aprendizaje experiencial la metodología didáctica central de su nuevo modelo educativo y que está transformando los procesos y la calidad del aprendizaje y la formación de los estudiantes en sus instituciones.
Las Universidades están implementando y/o fortaleciendo la participación comunitaria de diferentes formas: proyectos de investigación aplicada, voluntariado, pasantías, cursos o asignaturas, días de campo, consultorías técnicas, creación de un programa de desarrollo comunitario, fortalecimiento del programa de extensión, entre otros.
- Las Universidades mencionaron algunos de los aprendizajes que han tenido los estudiantes a través de actividades de participación comunitaria, tales como: comprender y analizar la realidad, crear redes, visualizar oportunidades de proyectos, tomar decisiones para resolver problemas reales, analizar problemas críticamente y diseñar formas para resolver estos problemas, salir de sus zonas de confort, promover su liderazgo, aumentar su interés por la participación y convertirse en motores de participación comunitaria.
Las universidades piloto reconocen la importancia de formar egresados con capacidad para desarrollar sus propios negocios y con mentalidad emprendedora con el propósito de generar autoempleo y empleo comunitario, desarrollar valor agregado a lo largo de la cadena de valor y generar mayor dinamismo para las economías locales. y comunidades. Por tanto, un objetivo compartido es la formación de profesionales agrarios como emprendedores y con mentalidad emprendedora.
Las iniciativas de educación emprendedora propuestas han tenido muchos impactos positivos que se señalan a continuación:
- Han llevado a un mayor compromiso con las comunidades por parte de estudiantes y profesores. En algunos casos, esto ha sido alimentado por proyectos que la universidad está desarrollando con productores y empresas, o por la propia pandemia que ha propiciado un acercamiento a la comunidad para continuar con las acciones educativas. Se ha fomentado el autoempleo de los estudiantes, el trabajo en equipo y multidisciplinario, y el desarrollo de líderes comunitarios entre los estudiantes. Se ha logrado un mayor desarrollo de habilidades blandas por parte de los estudiantes, incluyendo una apropiación de habilidades de autoaprendizaje y responsabilidad.
- Debemos institucionalizar la educación ética y en valores como parte integral del modelo educativo de la universidad. Para lograrlo, debe integrarse sistémicamente dentro de la experiencia educativa universitaria, y debe ser tratado sistemáticamente a través de las actividades universitarias. Todas las universidades piloto reconocen que la formación en valores es tarea de todos en la institución, desde jardineros, choferes, cocineros, administradores, docentes e incluso los rectores universitarios superiores.
- La universidad juega un papel único en la formación de estudiantes con habilidades para el manejo de conflictos y su resolución. Los conflictos son parte de la vida cotidiana que deben ser manejados como parte de las interacciones personales, sociales, profesionales, políticas, empresariales, y como docentes y estudiantes. La universidad presenta a los estudiantes situaciones y escenarios de conflicto, a nivel académico, a nivel entre profesores y estudiantes, y entre estudiantes. El cambio de casa para ingresar a la universidad y enfrentar muchas diferencias de cultura, pensamiento y actuación, crea muchos conflictos a nivel personal y emocional para los estudiantes. Es fundamental que estas situaciones se conviertan en oportunidades de aprendizaje, que ayuden a aprender a enfrentar los conflictos de manera positiva, que conduzcan a una mayor maduración y capacidad de manejo de conflictos a través del diálogo, buscando soluciones ganar-ganar, como futuros líderes y "agentes de cambio". El papel principal de la universidad es guiar y apoyar a los estudiantes a través de estos procesos de aprendizaje y maduración. Hay muchas formas de responder a los conflictos como futuros líderes, nos gustaría que los alumnos aprendan la forma más positiva, que terminará con resultados positivos, para la sociedad en la que vivimos, para nuestras relaciones profesionales, para nuestras empresas, para la comunidad y para nuestra comunidad educativa.
La Planificación y Visión de cambio buscada por la universidad ha sido fundamental para organizar y orientar el camino de la transformación y para poder monitorear y evaluar los avances y logros. Influye en la transformación de la mente, el corazón y las actitudes y ayuda a cambiar la mentalidad que es fundamental para emprender el cambio.
Cada universidad ha tomado diferentes caminos para introducir el cambio, y cada una ha tenido resultados positivos. Han aprendido de las experiencias y han hecho los ajustes necesarios. Todos ellos han introducido cambios gradualmente, de acuerdo con su propia agenda de cambio estratégico y plan de acción.
El proceso de cambio se lleva a cabo dentro del marco institucional actual incluyendo su cultura, políticas, creencias, tradiciones y estructuras institucionales. Dentro de su marco institucional, cada universidad ha explorado su propio camino para alcanzar los resultados y objetivos deseados. Se ha encontrado una manera de introducir los 5 elementos del éxito dentro de las pautas existentes y modificarlas cuando sea necesario. Se han introducido cambios en el plan de estudios, los cursos, los métodos para facilitar el aprendizaje, las políticas, las estructuras, cambiando las expectativas de los profesores y los estudiantes.
¡Pequeños ajustes pueden conducir a grandes cambios!
Lograr una transformación profunda requiere un ambio de cultura, de forma de pensar y de hacer de la comunidad universitaria, e incluso un cambio de mentalidad, del discurso institucional y del actuar de todas las personas del instituto.
Todos dentro de la universidad deben estar involucrados; administradores, líderes universitarios, docentes, estudiantes y comunidades, en proceso de transformación.
Debes ser el agente del cambio.
"¡Se el cambio que quieres ver!"
Cultivar el sentido de pertenencia al proceso de cambio entre estudiantes, profesores, administradores para que, al estar más involucrados, generen un mayor sentido de propiedad del proceso.
La sensibilización de los decisores, docentes y estudiantes sobre los objetivos del proceso de cambio ha permitido que todos en la institución participen del proceso. Esto se hace a través de charlas periódicas, con la introducción de cada cambio importante, con la entrada de cada nueva clase de estudiantes o la entrada de nuevos profesores en el proceso. Esto es esencial para vencer la resistencia al cambio y facilitar el proceso de cambio.
El rol del docente cambia de transmisor de conocimientos a facilitador del ambiente de aprendizaje para lograr aprendizajes y generar conocimiento en los estudiantes. La medida del éxito en el mediano plazo es aumentar las solicitudes y la calidad de las admisiones a los programas, y la incidencia de retención y graduación. Las 4 universidades piloto han tenido resultados positivos con esto. Otros programas académicos quieren participar en el proceso de cambio, hay mayores solicitudes de estudiantes con preferencia por la agricultura, y aumentos en la retención de estudiantes en sus programas. En el largo plazo, el éxito se demuestra en el éxito de los egresados en la creación de empresas, la generación de empleo, la satisfacción de las demandas de los empleadores y el logro de cambios positivos y sostenibles en la agricultura y el medio rural, y en el país.
Para la formación de los estudiantes en resolución de conflictos, deben introducirlos formalmente en el tema, incluyendo la importancia del diálogo, la relación con la ética y los valores, y las herramientas disponibles. Su formación es fundamental y las universidades deben tratar el tema de forma sistemática. Las universidades deben incluir a todos en el proceso, al igual que en el caso de la educación en valores. Los estudiantes aprenden de las experiencias, por lo que deben buscar generar oportunidades y escenarios donde los estudiantes participen en procesos formales y no formales. Deben incluir el tema como una habilidad a desarrollar dentro de otros cursos o programas como emprendimiento, participación comunitaria, ética y liderazgo, entre muchos otros.
La universidad se presenta como un importante ejemplo para la formación de los estudiantes en la resolución de conflictos. Es un laboratorio vivo para trabajar métodos de resolución de conflictos y educación en valores y ética. Cada una de las universidades piloto ha implementado diversos métodos para gestionar la resolución de conflictos dentro de la institución en bien de los procesos educativos, laborales y de vida estudiantil.
El proceso de transformación universitaria y los cambios introducidos han permitido a las universidades responder con potenciales soluciones a las necesidades de su entorno, de la comunidad y de la sociedad. Se han preparado mejor para actuar de acuerdo con las necesidades de los estudiantes, las comunidades y la sociedad en general.
La universidad ha logrado posicionarse mejor frente a las comunidades, ya nivel nacional e internacional. Están siendo reconocidos por las innovaciones en su modelo educativo y su compromiso con los estudiantes y las comunidades.
Habrá resistencia al cambio por parte de algunas personas, y la mejor manera de responder a la resistencia es involucrar a las personas y brindar más información sobre las expectativas institucionales, los beneficios del cambio y la capacitación para preparar mejor a los maestros, estudiantes y administradores para los cambios ellos esperan. Hay que romper paradigmas, muros y zonas de confort. Se debe sensibilizar a toda la comunidad universitaria sobre la Visión y los Objetivos de la transformación e involucrar a todos en el proceso de transformación. Se debe ofrecer capacitación a los docentes y otros recién llegados, y su rol dentro del contexto del proceso de cambio, involucrarlos en el proceso, y reconocer sus esfuerzos, avances y logros.
Con la transformación universitaria y la introducción de los cinco elementos de éxito, se visualiza una mejora de las comunidades rurales, y la sostenibilidad ambiental y social. Los resultados esperados a largo plazo incluyen una mayor creación de empresas, mayor empleo para los graduados y dentro de las comunidades, mayor valor agregado a lo largo de las cadenas de valor y mejora de la salud, entre otros.
La integración de otros programas académicos y facultades enriquecen estas experiencias.
Institucionalizar el cambio implica cambios en las políticas, cambios en la estructura, cambios en los planes de estudios y cursos, y cambios en la forma de hacer las cosas. Pero un indicador muy grande de institucionalización es el cambio profundo en la cultura institucional, en la mentalidad de docentes y estudiantes y en cómo se hacen las cosas. Sabremos que ha habido un cambio institucional, cuando los visitantes que llegan a la universidad observen y escuchen el nuevo discurso universitario al conversar y observar a profesores, estudiantes y administradores, discurso que refleja el nuevo modelo educativo. Son los profesores y los alumnos los que van a estar orgullosos y defender el nuevo modelo educativo. Sin embargo, es un proceso, no hay una regla que dicte cuándo vamos a llegar. Las lecciones que se han destacado son similares en las cuatro universidades y contribuyen en gran medida a institucionalizar los cambios en cada una de las instituciones.
Ha cambiado el perfil de los estudiantes que ingresan y egresan de la universidad y de la facultad de agricultura. have changed.
- Inicialmente, la carrera de agricultura era una 2da o 3ra preferencia para los nuevos estudiantes.
- Ahora con los cambios en el programa, están atrayendo estudiantes que quieren estudiar agricultura como su primera preferencia.
- Hay mayor competitividad con áreas académicas afines de la universidad, atrayendo más estudiantes a su programa.
- Los estudiantes desarrollan una comprensión más amplia de la agricultura al tener la oportunidad de practicar/trabajar en varias áreas o unidades disponibles en campos universitarios o en granjas familiares y comunitarias.
- Esto ha resultado en una mayor retención de estudiantes, demostrado por datos.
- Los estudiantes tienen más confianza en sí mismos, son más proactivos y responsables, demostrando liderazgo.
- Se forman como líderes éticos y con valores comprometidos con la sociedad.
Este artículo cuenta con una versión en francés. Para descargarla, haga clic aquí.